Sinceridad,
uno de los pilares de las artes marciales que cada vez se pierde más y más entre tanta inmundicia.
Quiero comenzar este nuevo blog hablando de este tema, pues he vivido en carne propia la mentira de un falso que pretende ser maestro y sé lo doloroso y dañino que puede ser que tu maestro te engañe. Si no existe sinceridad por parte del maestro no existe respeto por parte del alumno, si no existe respeto no hay buena enseñanza, sencillamente no puedes aprender de alguien a quien no respetas.
Considero patético llegar a una edad avanzada y vivir sólo de mentiras, muchos dinosaurios del Karate construyeron su reputación gracias a las mentiras que dijeron en los 70`s 80`s e incluso 90's cuando el acceso a la información era muy difícil y se tenía que viajar a Japón para corroborar esas historias. Sepan embusteros con karategi que hoy en día es demasiado fácil desenmascarar a un mentiroso, parafraseando a mi Sensei de Karate/Kobudo, deben sentir un profundo vacío, desolación, angustia y miedo a ser descubiertos. ¿Cómo pueden ser felices viviendo en ese estado?
Y como me dijo mi maestro de Iaido:
"Puedes mentirle a tus alumnos, puedes mentirle a tu maestro, puedes mentirte a ti mismo, pero no puedes mentirle al budo"
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